lunes, 23 de marzo de 2009

Q.E.P.D Álvaro Ugaz... tremendo florero


No hay duda, mañana todos hablarán sobre la muerte de Álvaro Ugaz. Aquí, en la redacción, la noticia nos llegó con los mismos decibles de un chisme. “Murió Alvaro”, dijo uno de nuestros diagramadores al que tenía a su costado. Así, como si estuviera hablando de uno de sus amigos. Posiblemente lo fue. Y en menos de un minuto ya todos sabíamos la mala noticia.
Pero bueno, yo no conocí al susodicho así que no tengo mucho que decir ni lamentar. Tal vez aclarar que si el diario para el que trabajo no sacó la noticia de su accidente del tamaño que lo ameritaba no fue por descuido, sino por órdenes de arriba. (Y ustedes ya saben a lo que me refiero cuando digo arriba).
Finalmente, como colega –valga el atrevimiento– y como ser humano, sólo me queda expresar mi solidaridad con sus deudos. Una pena por Juliana Oxenford, quien siempre que me encuentra en alguna comisión me acaricia con su delicada indeferencia.
Descansa en PAZ Álvaro, un buen periodista y al parecer un tremendo florero.

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